Taylor Swift regresó a la NFL después de más de un mes, tiempo en el que protagonizó su gira “The Eras Tour” por América Latina. Llegó al Lambeau Field de Green Bay para apoyar a los visitantes, Kansas City Chiefs, y especialmente a su novio Travis Kelce. Pero en el mismo estadio estaba otra ciudadana estadounidense muy famosa: la gimnasta más condecorada de la historia, Simone Biles.

Biles se casó en abril de este año con Jonathan Owens, jugador de Green Bay Packers. Y este fin de semana le brindó su apoyo desde las mismas gradas donde se sentaba Taylor Swift. Los Packers arrastran una temporada irregular (5-6, antes de enfrentar a los Chiefs); los de Kansas, con 8 victorias y 3 derrotas antes de este encuentro, son uno de los mayores animadores de la liga.

La presencia de estas dos figuras era algo que se preveía y se deseaba. Hace unas semanas, Biles había dicho en el programa de televisión “The Today Show” que le encantaría ver a Taylor Swift en el estadio cuando los Packers enfrentaran a los Chiefs y que sería “muy emocionante”.

“De hecho, sí estaré en ese partido, así que lo intentaré”, había declarado.

Y la semana 13 llegó y efectivamente las dos acudieron al Lambeau Field. Los Chiefs eran favoritos y arrastraban datos esperanzadores: con Taylor Swift presente, tenían un récord de 4 victorias y ninguna derrota; y Kelce promediaba más de 100 yardas recorrida por partido. Pero de nada sirvieron las estadísticas, porque, a pesar de las 210 yardas de Pat Mahomes, los Chiefs se fueron de Green Bay derrotados por 27-19. Owens venció a Kelce; y Simone Biles a Taylor Swift.