Caitlin Clark sigue dando que hablar en la WNBA y, pese a algunos cuestionamientos al principio de la temporada, su rumbo parece haberse enderezado y los detractores cada vez son menos. El pick 1 del Draft, elegida por Indiana Fever, y futura estrella de la liga, fue una enorme responsable de que su equipo venciera a Seattle Storm 92-75 y aportó grandes estadísticas: 23 puntos, 5 rebotes y 9 asistencias. Números con los que se convirtió en récord.

Clark alcanzó las 232 asistencias en su temporada de rookie y superó a Ticha Penicheiro como la novata con más pases de anotación en la historia de la liga. Penicheiro había conseguido, con la camiseta de Sacramento Monarchs (ya fuera de la WNBA), 224 en 1998. La portuguesa es un ícono de la liga: en 2005, llevó a su equipo al campeonato y en 2012 se retiró del básquet profesional con un total de 2.600 asistencias en su carrera, una cifra que la convierte en la tercera máxima del rubro en la historia de la WNBA.

Mira la asistencia del récord

Penicheiro es una conocida de la nueva estrella surgida de las Fever. Clark aseguró que las dos “conectaron durante su estancia en la Universidad de Iowa” y la llenó de elogios.

“Si miras sus mejores momentos, ella definitivamente era una mejor pasadora que yo. Ella tenía mucho más estilo en su juego. Ella giraba y hacía estos pases locos. Yo simplemente corro en transición y lanzo la pelota hacia arriba y espero lo mejor”, dijo con humildad Clark.

Como Caitlin Clark continúa pulverizando registros y elevando su propia vara, no parece inapropiado pensar que podría convertirse en la mujer con más asistencias en una temporada en la historia de la liga (no solo novata). El récord le pertenece desde el año pasado a Alyssa Thomas, de Connecticut Suns, que sumó 316. Clark lleva 232, pero le restan aún 12 encuentros más antes de que termine la etapa regular. Thomas, a su vez, con 202 pases de anotación, es la 2º máxima asistidora de este curso… detrás de la de Indiana Fever. Caitlin Clark está brillando y su equipo cada vez acumula más victorias. ¿Alguien podrá detenerla?

El saludo de Penicheiro a Clark