La historia de amor entre Lionel Messi y Antonela Roccuzzo comenzó en la infancia de ambos, en Rosario. Un compañero de la escuela de fútbol de Newell´s, el club del cual es hincha el 10 del Inter Miami, le presentó a su actual esposa. Sin saberlo, previo a ese encuentro, ocurrió un gesto admirable de quien sería, años más tarde, el suegro del astro argentino.

Juan Ardison, histórico coordinador de la escuela del fútbol infantil de Newell’s, contó una anécdota oculta que involucra a José Roccuzzo, el padre de Antonela. "Él era quien me daba todas las gaseosas para el día del niño cuando festejábamos en Malvinas. También lo hacía en las entregas de premios. Yo hablaba permanentemente con él porque vivía a dos cuadras de su supermercado”, recordó. Y también agregó: "En ese entonces yo era el coordinador bajo las órdenes de Néstor Rozin y después del Negro Almirón. Siempre lo hice Ad Honorem. El Día del Niño se festejaba siempre en Malvinas y contábamos con la presencia de 400 a 500 chicos”.

“Todo se organizaba con la colaboración de los comercios de la zona. José Roccuzzo me facilitaba todas las gaseosas y su hermana Laurita (tía de Antonela), el chocolate, el azúcar, la leche y todo lo necesario para esos chicos”, contó con nostalgia el hombre que fue parte de la historia formativa del club que tuvo a Messi en sus divisiones infantiles. La ayuda de José Roccuzzo duró hasta que sus sobrinos Lucas y Mauricio Scaglia fueron parte del baby fútbol del club rosarino. 

La relación entre Ardison y el papá de Antonela se distanció en el tiempo. Sin embargo, el hombre formador de talentos rosarinos recuerda los gestos que tuvo José durante tantos años con la escuelita, en la que esuvo quien luego se convirtió en su yerno y en uno de los mejores futbolistas del mundo.