Michael Jordan es conocido por su gusto por las apuestas. Lo es, en realidad, por haber sido el mejor basquetbolista de todos los tiempos y 6 veces campeón de la NBA. Pero jamás pudo (ni quiso) esconder su devoción por los juegos y las apuestas. Una de ellas, hace algunos años, lo llevó a intimidar a Julian Edelman, jugador por entonces de los New England Patriots de la NFL.

Jordan ha apostado a lo largo de su vida en distintos deportes: golf, cartas, NFL, en el casino, etc. Ha llegado a declarar que tenía “un problema de competición”, cuando debió justificarse al ser investigado. Y una vez, confesó, estuvo 36 horas jugando una partida de cartas. Eso sin recordar que incluso ha perdido montos de hasta 900.000 dólares a causa de una sola apuesta. 

Una de las tantas que hizo en su vida tuvo como motivo el Super Bowl de 2015. Jugaban los New England Patriots de Tom Brady frente a los Seattle Seahawks. Julian Edelman, socio de Brady en los Patriotis, reveló en un podcast una escalofriante anécdota con MJ. Contó que, la semana antes de aquel encuentro, había ido a cenar con amigos a un restaurante y se había cruzado a Jordan y a Derek Jeter, de la MLB, que comían en una mesa contigua. “Embobado con las estrellas”, se acercó a saludar. Pero seguro no esperaba la conversación que luego tendría.

Jeter fue cordial al presentarse, contó Edelman; pero Jordan estaba “distante”. Cuando terminó de hablar, según el ex NFL, la estrella de Chicago Bulls se acercó a su oído y le dijo: “Oye chico, tengo un montón de dinero apostado a ti. No lo jodas”. Y ahí, dijo Julian, se terminó la conversación entre él y Jordan. Por suerte para Edelman, los Patriots ganaron 28-24 y Michael Jordan pudo engordar su billetera, una vez más.