Caitlin Clark revolucionó la WNBA desde su llegada, tal vez, como lo hizo un jovencito de Akron veintiún años atrás en la NBA llamado LeBron James. Clark es la mayor anotadora del básquet universitario, tanto en hombres como mujeres, y fue la primera selección del Draft de parte de Indiana Fever. Su potencial es altísimo, pero todavía los resultados no la han acompañado y las críticas inevitablemente recayeron en ella.

En sus cinco primeros partidos, Clark y las Fever han acumulado la misma cantidad de derrotas. Las últimas dos, por márgenes más finos, pero derrotas al fin. Su equipo perdió en su última presentación por 85-83 ante Seattle Storm, una franquicia de las más débiles, que tuvo a una Jewell Lloyd encendida, quien aportó 32 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias. Clark, por su parte, anotó 21 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias, pero no pudo troce el frustrante andar de las Fever.

En ese contexto de 5 traspiés consecutivos, fanáticos, especialistas y todo tipo de gente comenzó a poner en duda la capacidad de Clark. Pero en medio de las críticas habló en el podcast de J.J Reddick, llamado Mind The Game, el 4 veces campeón de la NBA y uno de los mejores de todos los tiempos, LeBron James, para brindarle su apoyo e intentar calmar las aguas. “Lo que más me gusta de lo que está trayendo a su deporte es que más gente quiere mirar. Más gente quiere sumarse. No hay que confundirse: Caitlin Clark es el motivo por el que muchas cosas grandes van a pasar en la WNBA. Pero no debería meterse en todas las cosas que se van diciendo. Que se divierta y se lo pase bien”.

Además, King James se atrevió a compararse a sí mismo y a su hijo Bronny con la nacida en Iowa. El hijo mayor del de Los Ángeles Lakers ha recibido muchos agravios por, tal vez, cierta desproporción entre las expectativas alrededor de su apellido y si nivel real. Por eso, LeBron reflexionó: “Estoy apoyando a Caitlin porque he estado en su situación, ya lo he vivido. Tengo la misma sensación que con mi hijo, un chico de 19 años que está recibiendo mucha aversión y odio cuando tan solo es un niño que está intentando cumplir su sueño”. Y concluyó:

“Hay un número muy pequeño de hombres y mujeres que pueden cumplir su sueño de ser jugadores profesionales, y tenemos adultos que están intentando todo lo posible para que eso no suceda. Eso es lo más extraño del mundo, pero me alegro de que Caitlin tenga la cabeza bien amueblada".

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