La maternidad y el éxito profesional no son incompatibles. En los Juegos Olímpicos de París 2024, competirán tantas mujeres con hijos que, por primera vez, la Villa Olímpica ofrecerá una guardería para los bebés de las deportistas.

La guardería no ofrecerá servicio de cuidados, pero los atletas que sean padres o madres podrán reservar alguna de las salas para pasar "tiempo de calidad" con sus hijos.

La guardería se ubicará en la zona no residencial de la Plaza de la Villa Olímpica y estará disponible todos los días de 9:00 a 21:00 horas para los padres de bebés y niños pequeños "y sus comprometidos cuidadores". El objetivo es facilitar que los atletas pasen más tiempo con sus bebés o niños pequeños en medio de sus intensas agendas de competición y entrenamiento.

El Comité Olímpico y Deportivo Nacional francés también se ha comprometido a proporcionar habitaciones de hotel a las atletas francesas que estén amamantando a sus hijos, como parte de una serie de medidas para crear más espacio para la "paternidad" dentro de los Juegos.

Un cambio bienvenido

Numerosas deportistas han expresado a lo largo de los años su apoyo a un mejor alojamiento para las atletas con niños pequeños.

"Es realmente genial lo que el Comité Olímpico Francés está haciendo por sus atletas lactantes y padres", declaró la jugadora de baloncesto canadiense Kim Gaucher al Washington Post. "Esto es lo que queremos que sea la norma".

La atleta estadounidense de atletismo Allyson Felix, que ganó 11 medallas olímpicas antes de retirarse del deporte en 2022, ayudó a encabezar la iniciativa de la guardería.

Dijo a la CBS: "Simplemente sabía lo difícil que era competir al máximo nivel después de tener a mi hija, y algunas cosas prácticas eran realmente difíciles".

En cambio, la guardería es un testimonio visible de que las mujeres pueden tener hijos y también hacer realidad sus sueños más grandes.

Tener hijos y perseguir sueños

La guardería de los Juegos Olímpicos de 2024 muestra lo que se puede lograr cuando se respalda a las mujeres en su rol dual de madres y profesionales. Es una prueba de la fortaleza, la tenacidad y la capacidad de las madres en todo el mundo.

Como muchas madres saben, abrazar la maternidad no implica renunciar a los sueños personales o profesionales. Por el contrario, con el apoyo adecuado, es posible alcanzar el éxito en todos los ámbitos de la vida, viviendo plenamente la vocación a la que Dios nos llama a cada una de nosotras.