Si alguien tiene autoridad para referirse al football americano es sin duda Tom Brady. El ex mariscal fue siete veces campeón de la NFL, 6 con New England Patriots y una con Tampa Bay Buccaneers, y es el mayor representante en la historia del deporte estadounidense. Por eso llamó tanto la atención su crítica a las nuevas modificaciones en el reglamento y su pesimista opinión sobre el futuro. 

La NFL ha sufrido graves lesiones en sus jugadores producto de fuertes golpes y de un enorme roce físico. Debido a ello, ha decidido revisar algunas reglas para preservar la salud de los protagonistas, lo que no contentó a Brady ni a muchos de sus aficionados. El californiano opinó que, si sigue por este camino, el football americano se convertirá en el "flag football", una disciplina novedosa que reduce muchísimo el contacto y que se practicará en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

Lo que piensa Brady es que el roce físico es esencial en el deporte de la NFL, y que limitarlo afecta en gran medida el espectáculo:

“El football es un deporte físico, siempre hay un elemento físico en todo esto desde el origen; hoy te marcan un castigo que te cuesta 15 yardas por una jugada que hace 20 años no hubiera merecido ser penalizada. Eso afecta en gran medida el juego”, declaró.

El fenómeno flag football

La popularidad del football americano ha decrecido en los últimos años, en gran parte, gracias a Bennet Omalu, un médico que investigó sobre lesiones cerebrales en dicho deporte y forzó a la NFL a reconocer que la encefalopatía traumática crónica era un problema grande en la disciplina. Como consecuencia, mucha gente ha abandonado el deporte y ha optado por el "flag football", que resulta más dinámico y seguro; sobre todo los más chicos, cuyos padres los intentan cuidar a toda costa. Este fenómeno lo tiene preocupado a Tom Brady, que cree que al tradicional football americano en el que supo brillar está cada vez más cerca de su ocaso.