La Liga MX Femenil se ve sacudida por un escándalo sin precedentes que ha puesto en el centro de la polémica a una de sus figuras más representativas: la capitana Brenda García. La defensora del Mazatlán Femenil se encuentra en el ojo del huracán tras ser señalada en una investigación por presunto amaño de partidos ligado a apuestas deportivas, un hecho que ha generado indignación y preocupación en el ámbito del fútbol femenil mexicano y ha trascendido a la esfera de la farándula deportiva.

La capitana del Mazatlán complicada (Foto: IG Brenda García)

Las alarmas se encendieron hace algunas semanas cuando una casa de apuestas europea detectó movimientos sospechosos en varios encuentros del Mazatlán Femenil, particularmente en un partido contra Chivas. Las alertas sobre cantidades inusuales de dinero apostado en resultados específicos desataron una investigación interna por parte de la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).

Aunque en un principio la investigación se manejó con hermetismo, filtraciones de información y reportes de diversos medios deportivos apuntaron directamente a varias jugadoras del conjunto sinaloense, incluyendo a su capitana y experimentada defensa, Brenda Judith García Valadez. García, una futbolista con una trayectoria destacada en el fútbol femenil mexicano, se convirtió en el foco de la controversia, generando sorpresa y desilusión entre aficionados y compañeras de profesión.

Moradas — Parte del equipo de "las moradas" durante un partido (Foto: IG Mazatlán femenil)

La situación tomó un giro aún más delicado cuando se hicieron públicos detalles sobre las presuntas pruebas que involucran a las jugadoras, incluyendo audios y conversaciones que sugerirían una coordinación para influir en los resultados de los partidos con fines de lucro a través de apuestas ilegales. La gravedad de las acusaciones no solo mancha la imagen del Mazatlán Femenil, sino que también pone en tela de juicio la integridad de la Liga MX Femenil en su conjunto.

Con este comunicado el equipo de Mazatlán femenil marcó su postura (Foto: IG Mazatlán)

La reacción de la FMF no se hizo esperar. Tras semanas de investigación, la Comisión Disciplinaria anunció una sanción ejemplar para una jugadora del Mazatlán Femenil, aunque sin revelar inicialmente su nombre de manera oficial. Sin embargo, diversas fuentes y reportes de prensa confirmaron que la futbolista suspendida por seis años de toda actividad relacionada con el fútbol profesional es Brenda García, la hasta entonces respetada capitana del equipo.

Esta drástica sanción, que marca un precedente en la historia del fútbol femenil mexicano, envía un mensaje contundente sobre la postura de la federación ante cualquier intento de manipulación de resultados. La FMF ha reiterado su compromiso con la transparencia y la integridad de la competencia, advirtiendo que no tolerará conductas que pongan en riesgo la credibilidad del deporte.

La situación de Brenda García, quien hasta hace poco era una referente y líder dentro y fuera del campo para el Mazatlán Femenil, es ahora incierta. La suspensión de seis años prácticamente pone fin a su carrera profesional y la convierte en un símbolo de este oscuro episodio en la historia de la liga.

Este escándalo también pone de manifiesto los desafíos que aún enfrenta el fútbol femenil en México, donde las jugadoras en muchos casos no cuentan con las mismas condiciones económicas y laborales que sus contrapartes masculinos, lo que podría generar vulnerabilidad ante ofertas ilícitas. La necesidad de fortalecer los mecanismos de control y supervisión, así como de brindar un mayor apoyo a las futbolistas, se vuelve aún más evidente ante este tipo de situaciones.

La Liga MX Femenil se encuentra ahora ante la difícil tarea de reconstruir la confianza de los aficionados y demostrar que este tipo de incidentes son casos aislados que no representan la integridad de la mayoría de las jugadoras y los clubes. El futuro de la liga y su crecimiento dependen en gran medida de cómo se gestione este escándalo y de las medidas que se implementen para prevenir futuros actos de corrupción. La historia de Brenda García, la capitana caída en desgracia, servirá sin duda como una dura lección para el fútbol femenil mexicano.