El desgaste de Canelo Álvarez enciende el debate sobre su legado en el boxeo
La falta de espectáculo en sus últimas peleas genera críticas incluso desde figuras históricas del deporte.
Las luces ya no brillan igual para Canelo Álvarez. Aunque su nombre sigue encabezando carteles millonarios y su figura es una de las más reconocidas del boxeo mundial, su presente arriba del ring comienza a mostrar señales de desgaste, tanto físico como en cuanto al entusiasmo del público. Las expectativas que solía despertar cada una de sus presentaciones ya no se traducen en emoción, sino en dudas sobre su verdadera motivación.
En su última pelea, desarrollada en Arabia Saudita frente al cubano William Scull, el mexicano no logró conectar ni entusiasmar. El combate fue deslucido y lento, sin intercambios atractivos ni momentos memorables. Aunque Canelo Álvarez se llevó la victoria, las críticas no tardaron en llegar. Entre los reproches más insistentes figura el señalamiento de que sus rivales no están a la altura o directamente no quieren pelear.
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Una de las voces más duras fue la del histórico promotor Bob Arum, quien acusó a Canelo Álvarez de comportarse como un "empresario que solo busca el cheque" en lugar de brindar buenas peleas. Según Arum, el mexicano perdió el interés en entretener y prioriza los contratos lucrativos antes que el espectáculo que alguna vez lo hizo destacar en el mundo del boxeo.
La elección de sus oponentes también ha sido puesta en tela de juicio. El próximo enfrentamiento será contra Terence Crawford, un púgil invicto pero que compite en una categoría inferior. Esta decisión alimenta la percepción de que Canelo Álvarez prefiere desafíos controlados antes que verdaderos riesgos deportivos. A sus casi 35 años, muchos se preguntan si este será el último gran capítulo de su carrera.
El contrato que firmó con el jeque Turki Al-Sheikh, que contempla dos peleas más hasta 2026 por cifras cercanas a los 100 millones de dólares cada una, no ha ayudado a calmar las críticas. Para muchos, este acuerdo representa el cierre de una etapa más centrada en los negocios que en el prestigio deportivo. El boxeo, mientras tanto, busca nuevas figuras que despierten el fervor que supo generar el mexicano.
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Aunque sigue siendo uno de los grandes nombres del boxeo contemporáneo, Canelo Álvarez enfrenta una presión inusual: no solo debe ganar, sino convencer. Si no logra hacerlo en su próxima cita con Crawford, podría sellar una salida discreta de los encordados, lejos del brillo con el que alguna vez se consagró.
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